Navegar por internet puede ser más complejo de lo que parece a primera vista, Phising, malware, timos… de ahí que la ciberseguridad sea uno de los elementos centrales de cada vez más empresas. Pero, ¿sabes si estás navegando por una página web segura? ¿La web de tu empresa lo es? Te ayudamos a descubrirlo.
En nuestro día a día, navegar por la red se ha vuelto indispensable. De ahí que las oportunidades de llenar nuestro ordenador (móvil, tablet…) de virus, timos, etc. o que nos roben información personal privada es cada vez más “fácil”. Por ello, debemos prestar atención a los elementos de seguridad que podemos encontrar en las webs por las que navegamos.
Elementos claves de una web segura
Si una página es segura, lo muestra. Por eso, tienes que conocer los detalles que lo certifican cada vez que haces clic en Internet. No entres en pánico, es más fácil de comprobar de lo que crees y solo tendrás que hacerlo la primera vez que naveges en esa página ya que no se vuelven spam de un momento a otro.
- La URL dice más de lo que piensas:
Tanto si la escribimos nosotros como si vamos a hacer clic en un enlace, la clave está en fijarnos si cuenta con una “s” concretamente si esa letra está después de HTTP»S». Si cuenta con ella podemos estar seguros que estamos ante un servidor con el sello SSL (Secure Sockets Layer, de sus siglas en inglés). Este certificado asegura que la web cuenta con un protocolo seguro y su información está encriptada.
Otro elemento a tener en cuenta, es que la web esté bien escrita, evitando links como amaz0n.es o g00gle.com (usando ceros en lugar de ‘o’) - Un candado cerrado será tu mejor aliado:
Es el elemento más característico de las webs seguras: el candado cerrado, habitualmente en color verde, que aparece al lado izquierdo de la URL. Significa que la web es segura. Si hacemos clic en este candado, el navegador nos indicará qué tipo de certificado SSL tiene instalada la web en la que nos encontramos. - Las luces estroboscópicas mejor para la discoteca:
Hay una serie de señales bastante evidentes que suelen indicar la baja seguridad de una web. Solo necesitas prestar un poco de atención en tu navegación. Por ejemplo, cuentan con una publicidad agresiva o pop-ups insistentes, señales de advertencia y luces estroboscópicas que buscan llamar nuestra atención.
También suelen hacernos solicitudes de información inesperada o sospechosa. Una web segura nunca nos debería pedir datos personales o información sensible de buenas a primeras.
Sal corriendo si ves anuncios con errores gramaticales o faltas de ortografía muy evidentes o prometiendo descuentos imposibles y remedios milagrosos. - Lea la letra pequeña:
Nunca está demás, aunque sabemos que nos resulta más coñazo pero toda la información de una web segura está a un golpe de clic. Concretamente en su política de privacidad que pueden encontrar en cualquier (buena) web que se precie. Solo tienes que ir al footer (final de la página) y consultar toda la información sobre la web por la que estás navegando o en la que vas hacer una compra. - Extra de protección:
Nunca está de más sobre-protegerse. Para ello, es tan fácil como usar Google Safe Browsing para comprobar rápidamente si un sitio web o una URL específica son seguros ya que rastrea por nosotros en busca de virus u otras amenazas.
También puedes usar servicios como VirusTotal que son gratuitos y revisan una web en cuestión de segundos una vez le hemos facilitado la dirección. Además, podemos comprobar quién está detrás de una página concreta mediante la herramienta whois de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN, por sus siglas en inglés). Este servicio nos dirá a quién pertenece la web, dónde y cuándo se registró o la información de contacto, entre otros datos.
Pero, ¿los tiene tu página web? ¿Lo cumple tu tienda online? Hacerlo supone ganarte la confianza del consumidor desde el primer momento. No pierdas usuarios por no ponerlo en práctica. ¡Y nosotros podemos ayudarte a conseguirlo!